La traducción publicitaria es una especialidad que requiere una traducción profesional que transmita el mensaje original y que provoque en el receptor de la traducción las mismas sensaciones, percepciones y reacciones que el texto original. El traductor debe tener en cuenta las referencias culturales y los juegos de palabras que se utilizan en el original y debe adaptarlos al nuevo idioma.
Así, pues, en este tipo de traducciones es muy importante cualquier indicación por parte del cliente sobre el público objetivo al que va dirigido el mensaje publicitario o sobre el estilo de la campaña, y también es importante que facilite todo el material de referencia posible para que el traductor pueda transmitir el estilo deseado por parte del anunciante.
Otro aspecto característico de la traducción publicitaria es el uso de programas de maquetación y diseño como, por ejemplo, los productos de Adobe: InDesign, Freehand, QuarkXPress o Illustrator. En el proceso de maquetación por parte de la agencia de publicidad que se encarga de la campaña publicitaria es posible que se produzcan errores, sobre todo si se trabaja con textos en un idioma que el maquetador desconoce.
Por este motivo, se aconseja que, una vez maquetadas las traducciones y antes de que se envíen a imprenta, la agencia de publicidad envíe a la agencia de traducción la pieza publicitaria para que el traductor realice una revisión de arte final (también conocida como galerada) en la que verifique que el texto traducido se ha maquetado correctamente, que no se han introducido errores ortográficos y que se respeta el mensaje publicitario en función de las imágenes de la pieza publicitaria y del público al que va dirigido el mensaje.
Por todo ello, es importante contratar traductores profesionales que tengan experiencia en el campo de la traducción publicitaria, ya que sólo así es posible evitar que se repitan errores que pueden perjudicar gravemente la imagen de la marca.