Ampersand es la palabra usada para denominar al signo «&», que en inglés equivale a la conjugación copulativa and. Hace varios siglos, «&» formaba parte del alfabeto en inglés, pero se cree que su origen se remonta al siglo I a. C. y que fue obra del primer taquígrafo de la historia.
Tirón era un esclavo secretario de Cicerón que se encargaba de dejar constancia escrita de todos los discursos del senador romano y que ideó un sistema de escritura rápida mediante la abreviación de palabras.
La más famosa de estas abreviaturas que ha llegado hasta nuestros días es la escritura de las dos letras de et, la conjunción copulativa en latín. Tirón juntó en un solo trazo la e y la t para no levantar el puño de la mesa. El signo «&» fue un gran avance que permitía a los escribas ir más rápido e incluso fue hallado grabado en una pared de la antigua ciudad de Pompeia (texto en inglés).
En español, el signo «&» entró en el diccionario en 1791 para sustituir a la palabra etcétera con una c final (&c = et y cétera). Sin embargo, en 1843 se añadió la alternativa etc., que acabaría imponiéndose.
Con el significado de y, sin embargo, el signo «&» tradicionalmente no ha gozado de mucho éxito en español, ya que & no simplifica nuestra y.
En el siglo XVIII, «&» era la vigesimoséptima y última letra del alfabeto en inglés y cuando los niños lo recitaban en voz alta para aprendérselo decían: «X, Y, Z and, per se, and» (y, por sí mismo, &) porque no servía para formar ninguna otra palabra. Con el tiempo, la última frase fue convirtiéndose en ampersand.
En torno a 1988, con el proyecto de Ampersand Traducciones todavía en mantillas, esta mezcla curiosa del latín y del inglés fue cogiendo fuerza como nombre para la empresa que Xavier Garcia fundaría más adelante.
El proyectó se materializó en 1994, momento en que la traducción era un oficio antiguo que luchaba para adaptarse a las nuevas demandas del mercado moderno y a lo que entonces eran nuevas tecnologías. No es de extrañar, pues, que Ampersand se fundara, justamente, sobre la oportunidad que ofrecía la informática aplicada a la mejora de la eficiencia en el proceso traductor.
Desde entonces, Ampersand Traducciones ha ido evolucionando con el mercado para hacer cada vez más hincapié en los elementos extralingüísticos como parte inherente del servicio de traducción: la atención al cliente, el tratamiento de formatos, la adaptación a los procesos del cliente, la personalización de todos los aspectos del servicio. Ampersand entiende hoy la traducción como una cadena de servicios (cada uno con su valor añadido) dentro de la cual la traducción, entendida tradicionalmente, supone solo una parte.
Con la experiencia de todos estos años, Ampersand ha crecido para convertirse en una empresa de traducción sólida y consolidada que ofrece servicios de traducción profesional en más de 35 idiomas y múltiples formatos.
¿Cuál es la clave del éxito? Una selección exhaustiva del equipo humano que forma parte de Ampersand Traducciones (traductores nativos en plantilla, más de 200 colaboradores externos, traductores jurados y gestores de proyectos de traducción), así como una apuesta clara por las últimas tecnologías de traducción. Todo esto permite optimizar los procesos y ofrecer traducciones de calidad con plazos ajustados y tarifas competitivas.