La historia, la cultura, la ciencia y la sociedad en general tienen cuentas pendientes con las mujeres. En Ampersand reivindicamos nuestro papel. El año pasado aprovechamos el histórico 8 de marzo para recuperar la memoria de mujeres valientes. Este año seguimos la estela de otras mujeres valientes, más concretamente la de las inventoras.
Destacamos el arrojo de estas mujeres, pues hay que tener en cuenta que las mujeres, a diferencia de los hombres, no siempre han tenido derecho a estudiar, a tener propiedades o directamente a ser consideradas seres inteligentes y autónomos.
Hasta entrado el siglo XX, en España no había una ley que amparara el derecho de la mujer a estudiar en la universidad. Las pocas que lo consiguieron con anterioridad tuvieron que pedir permisos especiales y superar todo tipo de trabas burocráticas y sociales. En los países anglosajones hasta finales del siglo XIX las mujeres dependían de un varón. No les estaba permitido tener propiedades. Ni propiedad intelectual, faltaría más. De modo que si ya era difícil poder estudiar, trabajar y crear, cuando lo conseguían tenían que registrar sus patentes a nombre de sus maridos, hermanos o varón más cercano. Ser inventora estaba mal visto. Cuando no se mofaban de sus inventos intentaban plagiarlas.
Lo primero le pasó a Mary Anderson cuando inventó el limpiaparabrisas. Lo segundo a Margaret Knight al inventar una máquina para fabricar bolsas de papel de fondo plano (que seguimos usando hoy en día). Una mujer no habría sido capaz de inventar algo así, adujo el fulano en el juicio. Y no era un argumento pintoresco. La mujer era considerada un ser mentalmente débil y poco fiable.
De Hipatia de Alejandría, matemática, astrónoma e inventora (entre otras cosas) que murió masacrada a mano de hordas cristianas hasta Hedy Lamarr, actriz e inventora ninguneada (precursora del wifi) ha habido una multitud de mujeres que se negó a aceptar el infausto rol que la sociedad les tenía reservado. Casualmente, sus vidas han sido llevadas a la pantalla (en largometraje y documental respectivamente) para que salieran del olvido.
Vengan aquí otros nombres de inventoras de ayer y hoy que también merecen reconocimiento: Laura García Carrascosa. Fermina Orduña, June A. Carroll, Helen Free, Gertrude B. Elion, Barbara S. Askins, Edith Clarke, Katharine Blodgett, Edith Flanigen, Marion Donovan, Martha Coston, Stephanie Kwolek, Sarah Matter, Josephine Cochrane, Grace Murray Hopper.