La documentación de productos financieros indica las características del producto en cuestión, y también el grado de riesgo que implica y el perfil de inversor recomendado para cada caso: valores negociables, depósitos bancarios, seguros de vida, planes de pensiones… Para llegar al máximo número de personas interesadas es necesario traducirla a otros idiomas, sobre todo si se quiere presentar en otros territorios.