A menudo nos damos cuenta de que todavía existe cierta confusión sobre cuáles son las diferencias entre la traducción jurídica y la jurada. Para que queden bien claras y para que decidas qué tipo de traducción necesitas, hemos preparado esta entrada.
La traducción jurídica hace referencia a temas relacionados con el derecho o la ley. Dentro de esta categoría encontramos, principalmente, contratos de todo tipo, pero también certificados, escrituras y resoluciones judiciales, entre otros. Así pues, es un tipo de especialización, como podrían ser la médica, técnica, publicitaria, etc.
Para conseguir una buena traducción jurídica es fundamental contar con los servicios de un traductor nativo especializado en este ámbito.
La traducción jurada, en cambio, no pertenece a un ámbito de especialidad concreto, aunque muchas veces los documentos que haya que traducir sean del ámbito jurídico (¡y de ahí la confusión!). Simplemente es una traducción oficial que debe estar firmada y sellada por un traductor jurado.
Para llevar a cabo un trámite oficial en el extranjero, por ejemplo, es necesario proporcionar una traducción jurada al idioma de la entidad donde se presentan los documentos. Estos documentos pueden ser, entre otros: certificados de matrimonio, partidas de nacimiento, certificados de antecedentes penales, certificados médicos o certificados académicos.
Esta especialización solamente la puede desarrollar un traductor jurado. Es decir, un traductor que ha sido acreditado por las autoridades competentes del país que corresponda. En España, el organismo encargado de acreditar traductores e intérpretes es el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. La Generalidad de Cataluña también cuenta con un registro propio de traductores e intérpretes jurados.
La función de este traductor es similar a la de un notario: asegura que su versión es fiel al documento original. Para certificarlo, la entrega firmada y sellada y la adjunta a una copia del documento original. Por este motivo, las juradas solo son válidas en papel y no en formato electrónico. Si tienes que realizar un trámite oficial y necesitas una, no te pierdas esta entrada del blog sobre los 6 pasos básicos para encargar una traducción jurada.
¡En absoluto! No hay ninguna diferencia en cuanto a la calidad, siempre que ambas sean obra de traductores cualificados y especializados. Las juradas, sin embargo, tienen un precio más elevado que las normales por el carácter legal que tienen y el trabajo adicional que implican.
¿Todavía tienes dudas? Hemos preparado esta tabla para que, de un solo vistazo, puedas ver las diferencias entre los dos tipos:
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