Los gestores de contenidos son plataformas que sirven para mantener y actualizar páginas web. Suelen funcionar desde dicha web y, a veces, mediante aplicaciones concretas. Uno de los más conocidos es WordPress, que permite gestionar con facilidad webs o blogs. El contenido que se tiene que traducir está etiquetado, y se tiene que conservar tal cual porque, si no, el formato no será el deseado.
Además, cabe recordar que el contenido de una web va más allá del texto visible. Hay que tener en cuenta las URL, las palabras clave, las metaetiquetas y, en general, todo el contenido no visible que los buscadores rastrean para posicionar la página web. Asimismo, hay que tener en cuenta el SEO y otros factores.