¿Tienes que comprar o vender un piso en el extranjero, constituir una sociedad u otorgar poderes a otra persona para que actúe en tu nombre o en el de tu empresa? Estas son solo algunas de las ocasiones en las que puedes necesitar traducir escrituras u otros documentos notariales.
Las escrituras son documentos públicos otorgados por un notario que da fe de lo que el documento recoge y, por lo tanto, ofrecen máxima seguridad jurídica. Hay muchos tipos de documentos notariales: testamentos, capitulaciones matrimoniales, divorcios, compraventa, préstamos, poderes, etc. Tienen efectos legales y las administraciones, los jueces y otros organismos les dan total credibilidad.
Estos instrumentos son jurídicos y por ello es tan importante confiar en un traductor nativo especializado en este ámbito. Lo más habitual, además, es que sea necesaria una traducción jurada, firmada y sellada por un traductor jurado, para que conserve su carácter legal en el país en el que se deba presentar para efectuar cualquier operación, o en nuestro país, si el original ha sido otorgado en otro lugar.
El formato del documento y el lenguaje utilizado suelen ser peculiares. Se redactan en papel del Estado y van firmadas y selladas por el notario que las haya otorgado y las personas interesadas. Las escrituras que circulan son únicamente copias, ya que el notario guarda la matriz en su protocolo, que después se guarda en los archivos notariales de los colegios y posteriormente en el archivo histórico. Es un documento que nunca muere.
Con la internacionalización que vivimos hoy en día no es difícil encontrarse en una situación en la que nos haga falta este servicio. Dada la movilidad tan grande entre países por motivos laborales, de estudios o sociales, nos podemos encontrar en dicho caso en el ámbito personal. ¿Ejemplos? Por el hecho de casarnos con una persona extranjera, por comprar o vender un piso, por la concesión de un préstamo o la aceptación de una herencia.
Sin embargo, seguramente donde más se puede presentar esta necesidad es en el mundo empresarial. Es evidente que las empresas se quieren expandir y empezar a operar en otros países. En estos casos tienen que trasladar al idioma oficial del país las escrituras de constitución de la empresa y cualquier otra documentación que la Administración de aquel país exija. La información debe trasladarse con fidelidad al detalle, de lo contrario podría ocurrir que no se aceptara y no se pueda constituir la empresa.
Si te encuentras en esta situación, no dudes en pedirnos más información o presupuesto, que te prepararemos sin ningún compromiso.